La imagen que presentamos en este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, busca visibilizar una realidad que a menudo pasa desapercibida: la violencia simbólica. Este tipo de violencia se manifiesta a través de actos, gestos o mensajes aparentemente inofensivos, como ciertos tipos de humor, que perpetúan la desigualdad de género y normalizan actitudes machistas.
El humor que reproduce estereotipos, denigra lo femenino o banaliza situaciones de violencia, no solo refuerza ideas retrógradas, sino que también contribuye a fomentar una cultura que tolera la desigualdad y la discriminación. Además, este tipo de mensajes perpetúan modelos de belleza irreales y tóxicos que afectan de forma directa a las mujeres, alimentando una narrativa que las posiciona en roles de inferioridad.
Es fundamental reflexionar sobre el impacto que tienen estas formas de violencia simbólica en nuestra sociedad. Lo que comienza como una “broma” o un comentario aparentemente trivial puede contribuir a una cultura que legitima y amplifica formas más graves de violencia de género.
Por eso, en este 25N, hacemos un llamado claro: el machismo, en cualquiera de sus expresiones, no tiene cabida. Rechacemos cualquier forma de violencia simbólica y trabajemos juntos para construir una sociedad más igualitaria, justa y respetuosa.